¿Cual es tu actitud al comenzar una nueva experiencia?
¿Eres cauteloso?
¿Eres negativo?
¿Eres optimista?
Si de algo todos estamos seguros es que una persona con una actitud positiva le va a ganar siempre a una persona que piensa en forma negativa.
Pero te puede suceder muchas veces, que traes una carga de pensamientos negativos que te acompañan largo tiempo, y mientras no modifiques esa carga negativa no serás capaz de modificar tu actitud.
Tu estado de animo, tu actitud, influye directamente en el éxito de la nueva experiencia que emprendas. Todo lo que empieza bien termina bien, la persona que tiene confianza en si misma incrementa sus posibilidades de éxito, en cambio la persona pesimista prepara el escenario para el resultado negativo que espera.
¿Has conocido a alguien que trata mal a la gente pero tiene una actitud positiva?
¿Como te relacionas con los demás?
Uno de los secretos para mantener una buena actitud es valorar a las personas, busca tu lo bueno que hay en ellas, pondera sus virtudes y talentos, concéntrate en lo bueno que tienen los demás y esa actitud te va a ayudar a encontrar lo bueno que hay en ti.
Unos ojos que brillan son mucho mas hermosos, una sonrisa franca y segura resulta mas atractiva que unos ojos bonitos y una sonrisa perfecta. La belleza autentica se desarrolla dentro de tu ser, su esencia esta en ser quien eres, creer en ti mismo y valorarte siempre, porque cuando mejor te sientas por dentro mejor te veras por fuera.
¿Quien no tiene problemas?
Todos tenemos problemas, ¿Pero como empezar a resolverlos?
Cada vez que sucede algo malo puedes elegir entre ser victima o aprender de lo que te sucedió y ser protagonista de tu vida.
Cada mañana puedes elegir entre estar de buen humor o estar de mal humor.
Cada día puedes elegir tomar las noticias importantes y positivas sobre las noticias negativas.
Cada día puedes elegir estar entre personas positivas o entre personas negativas.
Cada día puedes elegir ser el eco del chisme o hacer una critica constructiva.
Cada día puedes elegir poner limites a las personas que te rodean, o dejar que ellas te falten el respeto.
¿Te das cuenta? Todo en la vida se trata de elecciones, tu eliges como reaccionas a cada situación, tu eliges como las personas afectan tu estado de animo, en resumen; tu eliges la actitud que quieres tomar frente a tu vida.
Tu puedes elegir transformar tus problemas en desafíos y convertirlos en retos y en aprendizaje. Tu puedes verlos como una oportunidad de crecimiento personal y un aprendizaje para que no vuelvan a suceder.
Todo depende de ti y de cómo interpretes esos desafíos.
¿Como miras tu el vaso con agua hasta la mitad?
¿Ves el vaso medio lleno? Eres una persona positiva
¿Vez el vaso medio vacío? Eres una persona negativa.
La persona positiva con una buena actitud dice “Puede ser difícil pero es posible”, la persona negativa dice “Es imposible”.
La persona positiva mira a los ojos, la persona negativa mira a los pies.
La persona positiva tiene siempre un proyecto, la persona negativa tiene siempre una excusa.
Piensa que el modo que interpretas tu pasado, el modo en que vives tu presente, y el modo en que imaginas tu futuro es lo que determina si tienes una actitud positiva o negativa ante tu vida.
Mira los sucesos de tu pasado como una oportunidad de crecimiento personal, vive tu presente enfocándote en todo lo positivo que te sucede, e imagina un futuro exitoso, visualiza cada mañana el éxito en todas las cosas que emprendas.
Siéntete demasiado fuerte para preocuparte, demasiado noble para molestarte, demasiado seguro para temer y demasiado contento para pensar en dificultades.
En un centro comercial de Estados Unidos se colocaron sobre una mesa dos cajas con galletas para ofrecérselas al público. Daba la impresión de tratarse de la promoción del producto, pero en realidad se trataba de una investigación sobre actitudes: una de las cajas permanecía casi llena, y la otra con apenas con dos o tres galletas, como si se estuvieran acabando. “¿Cuál es la que sabe mejor?”, preguntaban los encuestadores a cada persona que probaba las galletas. A la mayoría de la gente le gustaba más la galleta de la caja que se estaba acabando. Cada hora las cajas se intercambiaban de posición y los resultados se mantenían iguales. Un detalle: las dos cajas contenían el mismo tipo de galletas; la única diferencia era la aparente escasez de una de ellas.
